El principal problema radica en encontrar un equilibrio entre la gestión técnica, ambiental y social de los relaves, minimizando riesgos y costos mientras se asegura la sostenibilidad de las operaciones mineras.
Para abordar estos desafíos, utilizamos tecnologías avanzadas como el espesamiento y sistemas de monitoreo en tiempo real considerando desafíos como espacio limitado para nuevos depósitos, riesgos de estabilidad y seguridad, escasez de agua y recuperación insuficiente.